El parque nacional Lihué Calel se encuentra ubicado en el centro sur de la provincia de La Pampa. Fue creado en el año 1977.
Sus aproximadamente 32.000 hectáreas protegen una muestra de la región fitogeográfica del Monte.
Desde la cumbre serrana a 590 msnm hasta los bajos salinos se manifiesta un gradiente ambiental donde se ven representadas especies adaptadas a diferentes suelos, exposiciones solares, niveles de humedad, etc.
La variada fauna constituye un atractivo ya que es frecuente ver mamíferos, aves y reptiles.
Los cursos de agua no son permanentes, dependiendo su abundancia a las condiciones anuales de precipitaciones.
El clima mediterráneo se manifiesta en estaciones bien marcadas: veranos calurosos (con tormentas eléctricas) inviernos frios (con frecuentes heladas) y las estaciones intermedias.
Las condiciones mas propicias para el desarrollo de flora y fauna, y la disponibilidad de agua superficial en el ambiente serrano, permitieron el uso y asentamiento por parte de diferentes grupos humanos de manera continua, a lo largo de la historia pre y post colombina.
Actualmente su rol como “oasis” aún se manifiesta en los numerosos viajeros que hacen un alto en las travesías Norte Sur y viceversa. Cuenta con un camping, un Centro de Interpretación, dos senderos de interpretación, sendas, caminos internos, que conducen a un alero con pinturas rupestres y un mirador, y otros servicios en proyecto.
El parque se encuentra en un sector de la región llamada Monte. Es un semiárido con un promedio anual de 400 mm. de precipitaciones. Se caracteriza por tener años llovedores y años extremadamente secos. El agua superficial resulta escasa, pero al escurrir se acumula debajo del suelo principalmente en los valles. Esto permite el desarrollo de bosques propios de la región del Espinal (Caldenes).
Las rocas actúan como contenedores temporarios del agua de lluvia. Cuencos naturales producidos en la propia formación de las rocas por burbujas de gases, reservan charcos que aprovechan los animales, y aportan humedad ambiental.
Las elevaciones montañosas irrumpen el paso de nubes otoñales, produciendo una descarga en forma de neblinas y lloviznas. Así encontramos una vegetación diferente a la de los alrededores llanos (helechos, hongos, musgos y líquenes)
El agua en el parque como en la región resulta ser el recurso más preciado, y por lo tanto al que más se debe su cuidado.
